Simpatía por el diablo se puede entender como una reflexión sobre el espacio y su influencia en la dimensión social e humana. Utiliza una vista icónica desde Sopocachi (barrio central de la Ciudad de La Paz, Bolivia) hacia el Illimani (montaña andina de mayor altura en la Cordillera Real) para narrar un evento anecdótico de la vida real que ocurrió en la misma ciudad en la década de los setentas: el encuentro cotidiano entre un judío polaco, refugiado llegado al país durante la Segunda Guerra Mundial, y su vecino del piso superior, el ex nazi Klaus Barbie, quien vivía bajo una identidad asumida, escapando de la ley. Ambos hombres vivieron, como vecinos y en exilio, vidas paralelas como emigrantes europeos en Bolivia y mutuamente conscientes de la presencia del otro en el edificio, encontrándose a diario en el ascensor. El frío paisaje paceño sirve de fondo para resaltar el contraste de las vidas que estos dos hombres, con destinos tan opuestos, dejaron atrás en Europa y compartieron en Bolivia. Este encuentro pone en evidencia la coyuntura boliviana y también latinoamericana de la posguerra, periodo en el cual la región brindó de asilo tanto a emigrantes judíos como a nazis alemanes, comunidades antagónicas en Europa, que pudieron coexistir en relativa tregua en América Latina.


Video instalación de dos pantallas; HD; extracto de 4 minutes de video de 8 minutos; color; sonido